En el fin del mundo
Pero lo único que quedaba por hacer era humedecer las dependencias y la casa aledaña, pues el viento estaba soplando a latigazos y aquellas llamas parecían ávidas de prenderse a otra cosa.
Son muchos los investigadores de las ciencias que tienen una vida extrema; que parte de su trabajo es habitar lugares extremos: el interior de las cuevas, las cimas filosas de las montañas, los alrededores de un volcán, el hielo frágil de los polos. Tal vez por eso, es común que les atraigan las historias de los exploradores, de los hombres que en nombre de la ciencia, la aventura o la patria avanzaron hacia lugares a los que otros no se atrevían a llegar. En el fin del mundo es un libro en medio de esa atmósfera, el protagonista no es un explorador, sino un hombre común que vive en el interior de Alaska y que habita de manera más o menos frecuente las hazañas más inesperadas.
Estas memorias de James Huntington fueron recopiladas y escritas por el periodista Lawrence Elliott que se tomó algunos años para escucharlo y revisar con él lo que había sido la vida de sus padres y su propia cotidianidad inundada de peligros y sobrevivencia. A pesar de la enorme sorpresa que hay en las historias de Huntington, Lawrence logra un libro con un lenguaje simple, haciendo que en las páginas se retrate no un superhumano, sino un hombre común que es trampero, corredor de trineos de perros, líder en su comunidad, cazador, padre e hijo.
Este es un libro para quienes piensan que la lectura puede ser un tránsito y una forma de llegar a lugares límite. Cada capítulo forma un fragmento de un paisaje que al final indica que estar rodeado de hielo y blanco crea una vida particular a la que arremeten amenazas constantes, pero que está también nutrida por una comunidad que honra historias y costumbres que incluyen travesías que parecen imposibles, vínculos fuertes con animales, recogimiento y espesura.
En el fin del mundo fue traducido al español por la editorial bogotana Hambre que encargó las ilustraciones al artista Kevin Simón Mancera; este último logra mostrar el entorno, los animales y los personajes de esta historia infrecuente de una forma cercana a la ficción con trazos detallados.
En el fin del mundo
Las memorias de James Huntington narradas por Lawrence Elliott
Hambre Libros
237 páginas